noviembre 25, 2023
Pereira, 25 de noviembre de 2023.
En la antesala de los Juegos Deportivos Nacionales 2023, una nueva dimensión de valentía y esfuerzo se entrelaza con la historia de Valentina Daza, una voleibolista que, justo antes del torneo, abrazó la maternidad.
Valentina de 19 años comienza su historia de voleibol hace 11 años en su natal municipio de Sopó, Cundinamarca. La profesora Martha, recordada con cariño, le inculcó la pasión por este deporte.
Desde entonces, ha dedicado su tiempo a una preparación profesional constante, esforzándose por alcanzar la excelencia en cada jugada y es que, para la joven jugadora, el voleibol no es solo para divertirse, sino que encuentra un espacio para crecer, viajar, conocer personas y convertirse en su mejor versión.
Enfrentando con valentía y fortaleza los acontecimientos de la vida, como la pérdida de su padre en el inicio de su carrera, a quien prometió ser igual de fuerte a él; Valentina se ha esforzado por alcanzar la cima en el voleibol, como fruto de esto, fue convocada para integrar la delegación de Cundinamarca.
Fue en ese capítulo de su vida que conoció a Jhon Jairo Castro, entrenador de la Liga de Cundinamarca que se convirtió en una figura paternal, “es como un papá, me apoyó, me entrenó como jugadora y me forjó como persona, le agradezco con amor por creer en mí”
La historia escrita por Valentina entre mallas y balones, en medio de su incansable dedicación al voleibol, dio un giro inesperado cuando se encontró con la noticia de que estaba embarazada. Este inesperado capítulo, que podría haberse interpretado como una pausa en su carrera deportiva, se convirtió realmente en una fuente de fortaleza renovada.
Cuando regresó al voleibol con Ethan, su pequeño de diez meses, enamoró a cada una de las jugadoras de la delegación, se convirtieron en su familia y su más grande apoyo. “Cuando iba a los entrenos, cada una de las jugadoras lo cuidaba, yo lo cargaba, le dábamos regalos” comenta Jhon Jairo, su entrenador y apoyo incondicional.
Este nuevo rol no solo amplió su perspectiva de la vida, sino que también fortaleció su compromiso con el voleibol. “Ahora que volví siendo mamá, veo las cosas diferentes, intento apoyar a mis compañeras más desde lo cálido de la vida, escuchándolas, animándolas , preocupándome por ellas, y también siento el deseo de ser mejor en mi juego”.
A pesar de los retos que conlleva ser mamá, tanto físicos como mentales, Valentina regresó a las canchas con la pasión aún más intensa, su esfuerzo aumentó un 200%, lo que la ha llevado a cumplir su sueño de representar a Cundinamarca, con el número 6 en su camiseta, en los Juegos Nacionales 2023.
Ella demuestra que ser madre y destacar en el voleibol no son caminos opuestos, sino capítulos complementarios de una historia que sigue escribiéndose con fuerza y amor inspirada en los ojos de su mayor fan, su hijo.
“Quiero que en un futuro Ethan vea las fotos y vea lo que su mamá logró hacer, además quiero ser inspiración para que a él le guste no solo el voleibol, sino el deporte, que le puede dar una buena vida”. Indicó Valentina.
