noviembre 20, 2023
Armenia, 20 de noviembre de 2023. Teñir de ilusión la crónica de la prueba de los 10.000 metros planos en los que participa Lina Maritza Pantoja, hija del exciclista Edward Pantoja y hermana del pedalista Pablo Pantoja, es apoteósico y más cuando esta es la final de los Juegos Nacionales, en la que al frente tiene a un ícono como los es Carolina Tabares, quien copiando a Gabriel García Márquez obliga casi siempre a pensar en una victoria anunciada, en este tipo de competencias.
Pero en el atletismo no hay nada escrito. La noche, fresca y llena de alegría en Armenia es testigo de una carrera emocionante de principio a fin, llena de estrategia y que obliga a realizar lo nunca antes hecho para sorprender. “A falta de tres vueltas y media mis entrenadores me dijeron que saliera, me daba temor, porque nunca había intentado algo así, pero lo hice”, destacó.
Fueron 1.200 metros a fondo: seis curvas y seis rectas, ataca y derriba, sin relevo alguno. Su figura se vuelve inalcanzable. Y vence. A seis segundos llega la bogotana, Leidy Yolanda Romero, y a ocho la antioqueña, Carolina Tabares. El premio a la dedicación, a la perseverancia. Arriesgó y ganó, como lo hizo en su preparación para estos juegos. “Renuncié a todo para enfocarme 100 % para estar en mi mejor nivel”, dijo con una emoción incontenible.
La calma, la seguridad, aumenta el conocimiento. Examina con detenimiento a sus rivales y sin importar la desventaja con el pelotón de Bogotá: Leidy Romero, Leidy Lozano y Angie Orjuela marcan el ritmo, acaban piernas y dejan esparramadas contrincantes. Solo las siguen Palmenia Agudelo, de Meta; Carolina Tabares, de Antioquia y Lina Pantoja, de Nariño.
Tres atletas que parecen extranjeras, que son los próximos objetivos de las bogotanas, pero que en su intento de agotar esas piernas, ceden. El ataque en el último kilómetro de Pantoja es devastador, arrasa con ilusiones y no permite que nadie le responda. Una carrera contra ella, contra el dolor, contra la mente, contra el destino. El paso decidido es arrasador y sella con fortaleza.
Es el mundo de Lina Maritza Pantoja, humilde, introvertida, pero comprometida con el atletismo. “Es una inversión”, advirtió tras lograr el oro y qué mejor respuesta que la victoria en los 10.000 metros, la primera medalla dorada del departamento de Nariño en estos Juegos Nacionales y la primera desde 2004 en pruebas de atletismo, desde que lo logró en la maratón masculina. Los 10.000 metros, una carrera siempre complicada, que exige inteligencia y piernas, y, también un poco de fe. Y Colombia sonríe y vence el atletismo.
