noviembre 20, 2023
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Doña Claudia Niampira, una madre dedicada y que apoya incondicionalmente a su hija, la esgrimista Paula Isabella Castro, dialogó con Mindeporte sobre lo que significa su primera experiencia en las justas más importantes del país.
Manizales, 20 de noviembre de 2023. Dicen que el amor de una madre hacia sus hijos es superior a cualquier otro sentimiento y eso sí que lo tiene bien claro la esgrimista cundinamarquesa Paula Isabella Castro, quien tiene en doña Claudia Niampira Olguín a su más fiel y ferviente seguidora. Sin importar el tiempo que tenga que esperar para poderla ver en acción en estos Juegos Nacionales Eje Cafetero 2023, ella siempre está dispuesta, con una gran sonrisa y su emoción a flor de piel.
Las barras, gritos de apoyo y consejos que doña Claudia lanza a su hija desde la tribuna del Coliseo Universidad de Caldas, a veces en medio de lágrimas, se escuchan en todo el escenario, sobresaliendo ese amor de madre que Paula tiene el privilegio de tener, ese plus que -sin duda- a veces necesita un atleta para lograr sus objetivos.
“Paula es una niña muy consagrada y muy disciplinada, que ha luchado para estar hoy aquí y llevar a su departamento y municipio en alto. Este es su proyecto de vida, acaba de cumplir 18 años y hasta ahora todo le ha salido como quiere. Entrena siete días de la semana, en la mañana y en la tarde”, manifestó, completamente orgullosa, esta madre de Chía, Cundinamarca.
Doña Claudia, quien se mostró muy feliz de que su hija esté participando por primera vez en unos Juegos Nacionales, habló de la organización de estas justas: “ha sido una experiencia impresionante, no se alcanza a imaginar uno la dimensión de todo esto y lo que representa para los atletas. Es la competencia más importante del país, entonces para ellos estos son unos ‘miniolímpicos’”.
Sumado a ello, comentó, en su diálogo con Mindeporte, de dónde saca tantos ánimos para apoyar a su hija. “Es un amor incondicional, eso viene en el paquete y hace parte del ser mamá. Apoyo a mi hija desde todo punto de vista, no solo en la pista, sino además en facilitar que su proyecto de vida lo pueda desarrollar. Esa es nuestra labor como padres, hacemos parte del equipo de otra forma”.
Finalmente, habló del infinito amor que le profesa a su hija, cuyo mayor sueño es representar a Colombia en unos Juegos Olímpicos. “Es verdad que no hay amor más grande que el de una madre, en mil años sabrán que yo fui la mamá de Paula. Cuando la veo competir siento angustia, emoción, quisiera subir a la pista y ayudarla. Ella desde los nueve años está trabajando para llegar hasta acá y yo sí veo factible su meta, si sigue trabajando como hasta ahora: comprometida y disciplinada. ¡Lo va a lograr!”.
