noviembre 13, 2023
Pereira, noviembre 12 de 2023.- Quienes no lo conocen y lo ven cruzar por un lado de la cancha de voleibol playa en el Parque Metropolitano del Café, pensarán que se trata de un hombre que jugó o le gusta ver jugar ese deporte, solo por divertirse un rato.
Pues no. Con ese caminado descomplicado, mirada pícara y sonriente, además, de llevar una buena pinta playera para la ocasión, siempre acompañado de su compañera de vida, y sobre todo de un bolso de aproximadamente 50 centímetros de alto por 50 de ancho, negro en su mayoría, con franjas verdes y letras blancas que carga a sus espaldas, es el alma de los padres de familia que acompañan a la delegación de Antioquia en la disciplina del voleibol playa.
Es el hincha oficial de Antioquia porque se “pone de ruana” cada gradería en la que se sienta y, en la que sin pensarlo dos veces, saca su arsenal de elementos musicales o que generan ruido y descontrol.
Ese pequeño bolso, que parece ser un barril sin fondo, como lo dirían los viejos antioqueños, viene lleno de todo un poco, desde dos vuvuzelas, una grande y una pequeña; una guacharaca, como si se tratara de un discípulo de la leyenda vallenata; hasta un redoblante pequeño. Y eso que solo le faltó la tambora que tiene en Medellín porque no le cupo.
“Que conste que no puede traer un megáfono, por eso estoy tan afónico, se me siente la voz un poco baja, porque yo siempre ando con un megáfono, con un redoblante. Y en Medellín también tengo una tambora, y dos trompetas que me ayudan a animar más el ambiente”, dice emocionado.
Luego ya entra en escena un artista, esperando que el telón se habrá para escuchar su voz y canciones. Mejor dicho, el show completo para animar a su amada hija, Diana Ríos, y a su compañera de equipo, Judith Cardona.
“Definitivamente yo quisiera ver ganar a mi hija, es un hecho real, eso me motiva lógicamente a impulsar, porque cómo no apoyarla, y apoyar el deporte, cómo no acompañar a la juventud, a los jóvenes que están en este deporte. Uno trata de animar a nuestros deportistas y a los padres especialmente, para que ellos se contagien un poquito, y vean esto como una necesidad de acompañar a los hijos, a los deportistas, sentir que es la oportunidad de salir de tantas cosas, llámese de la droga, de ese mundo que está tan contaminado de tanta maldad”, confiesa.
Con los instrumentos afuera del bolso, empieza la distribución de los mismos, a su esposa le entrega la guacharaca, a dos padres que estén ahí y deseen participar de la fiesta les presta sus vuvuzelas, y en sus manos, claro está, queda el redoblante, porque es el que más ruido hace para “iniciar la recocha”.
“Marcela es mi hija, y es linda como yo…”; “7,14, 21, con Antioquia no se mete ninguno”;
“Alicia, Asprilla, Maradona, Antioquia campeona”; “Piña, mango y banano, Antioquia qué bacano”; “Súbase a la acera, que viene Antioquia echando candela”; “Siempre que jugamos, la gente pregunta, quién es esa gente y le contestamos, de lo bueno, lo mejor, Antioquia, Antioquia, Antioquia”, son algunas de sus frases más frecuentes en las gradasº.
Desde luego, su amor de padre lo hace seguir a donde vaya su hija, pero su objetivo es contagiar a otros padres para que hagan lo mismo: “Papás, acompañen a sus hijos, no los dejen solos, los hijos necesitan de ustedes; yo lo hago con mucho amor”.
