Historia de los Juegos

Juegos Deportivos Nacionales y Juegos Deportivos Paranacionales

Deporte es una palabra de apenas siete letras, pero cuyo poder es incalculable.
Su espíritu transformador, la unión que siempre irradia, el esfuerzo como principio de vida y la disciplina que nunca lo abandona, son apenas algunos de los cimientos que hacen de la actividad del músculo algo incomparable. Como también lo es la fiesta en torno a ella que se cumple cada cuatro años en Colombia.

Desde aquella primera versión celebrada en el Valle del Cauca, los Juegos Nacionales cobraron un valor agregado como factor de desarrollo de las ciudades sedes. Las competencias permiten la adecuación y construcción de nuevos escenarios, y la presencia de tantos colombianos reunidos en torno al deporte obliga a los organizadores a arreglar la casa.Por consiguiente, cada ciudad sede se preocupa por la modernización de su entorno, de cara a sectores como el económico, el de infraestructura vial, comunicaciones y turismo, entre otros.

Del Valle al Eje Cafetero 

Estas justas, que cumplen además con la función de brindarle desarrollo a las regiones y proyectarlas de paso como destinos turísticos, se realizaron por primera vez en el año 1928 y desde entonces se han llevado a cabo 20 versiones en diferentes departamentos del país. 

La suma de aportes de unos y otros fue enerando el deseo cada vez más fuerte, inspirado en los Olímpicos, de organizar un evento similar en el país.  Un cuarto de siglo sería suficiente para dar inicio al anhelo de los entusiastas muchachos de la época. Hoy han quedado en el recuerdo algunos visionarios que aportaron con sus sueños a cristalizar la idea del deporte en Colombia: Jorge Wills, Leslie O. Spain, Guillermo Herzing, Arturo Castro, Guillermo Forero Franco, Antonio TJ. Uribe y muchos otros que con su  determinación llevaron a cabo la idea de organizar los ‘Juegos Olímpicos Nacionales’.
 

Desde entonces, Colombia encontró en el deporte más que una sana distracción y factor de unión, la mejor representación de su idiosincrasia. Aparte de construir y adecuar los escenarios, se preparó a la dirigencia deportiva para organizar la mejor fiesta deportiva en la historia de los Juegos Nacionales y Paranacionales.