noviembre 16, 2023
Armenia, 16 de noviembre de 2023. El trabajo del caddie parece invisible. Con la talega a espaldas recorre todo el campo de golf, analizando, observando, calculando el terreno. Su trabajo es como el de un guía: indispensable en ese trayecto constante que debe hacer el golfista entre
fairways y
greens, trazando una hoja de ruta en el camino al éxito.
Se erige como un maestro de la estrategia, un confidente silencioso y un compañero fiel en la búsqueda de la perfección en cada golpe. Así lo reflejan la golfista, María Alejandra Hoyos, quien en 2022 fue nombrada ‘Golfista del Año’ en la Sunshine State Conference de la NCAA, en Estados Unidos, y quien representa al departamento de Risaralda en los Juegos Nacionales, y su caddie, Ancisar Arteaga.
En las primeras rondas del campeonato femenino de golf en los juegos, Arteaga le habla al oído y le aconseja qué camino tomar, qué fuerza utilizar, qué palos usar. Él como todos los caddies conoce el campo al derecho y al revés, el recorrido se hizo con días de antelación y en él se escudriñó hasta el más mínimo detalle, para hacerle llegar todos los datos a la golfista y ella tenga la posibilidad de elegir mediante el conocimiento.
Así, la comunicación debe ser clara, precisa. Sin ella, el trabajo de ambos se ve perjudicado. Para ello debe existir confianza, porque se termina convirtiendo en el bastión del golfista, en su psicólogo. “Muchas veces, uno no arranca bien un recorrido y eso puede repercutir en el desempeño, pero cuando me sucede esto Ancisar me apoya, me aconseja a afrontar el resto del camino con la cabeza arriba, sus palabras en los momentos claves, me llenan de seguridad”, destaca Hoyos.
Y es que Ancisar Arteaga tiene un recorrido amplio, fue caddie del golfista profesional José Manuel Garrido y más de 35 años en este oficio. A María Hoyos la conoce desde que estaba en la barriga de su mamá y por esa cercanía con la familia se convirtió en ese confidente, en los campos de Colombia, de esta golfista. Su conocimiento se lo ha transmitido, para que así pueda brillar tanto en el país como en el mundo.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de no dejar caer al atleta”, dice Arteaga. Y lo confirma Hoyos añadiendo que la calma y la tranquilidad, también, son importantes para afrontar los desafíos que aparezcan. Así se afrontan estos torneos de juegos multideportivos, porque el que cometa la menor cantidad de errores es el que se sube al podio. Ni la lluvia, ni el calor son excusas cuando se apunta a alcanzar los sueños: convertirse en campeón nacional.
