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Desde la clausura de los juegos

XXII Juegos Deportivos Nacionales 2023 - Del 11 al 25 de noviembre

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La familia y el squash, los motores de Sofía Pinto

noviembre 12, 2023
Armenia, 12 de noviembre de 2023. Detrás de la puerta de la cancha de squash del coliseo de la Universidad del Quindío, en una esquina se escucha un grito que dice: “disfruta del momento, de lo que estás haciendo”, viene de la boca de Patricia Cómbita, quien con efoque y total atención sigue cada movimiento que realiza su hija, Sofía Pinto, quien representa a Cundinamarca en el torneo de los XXII Juegos Deportivos Nacionales.
 
Siguiente a esas palabras se escucha desde su teléfono: “¿Cómo va? ¿Qué pasó?” Junto con ella está toda la familia unida, en una videollamada, viendo su participación en sus segundos juegos. Sofía Pinto cae derrotada. Catalina Peláez, experiencia y pulso firme, un símbolo del squash femenino en Colombia, la vence por tres games a cero (11-6, 11-4 y 11-4).
 
Una enseñanza más en la vida de la joven squashista que representa a Cundinamarca. Esta vez frente a una de sus ídolos. Sale cabizbaja y su mamá es la primera en darle ánimos, en auparla. La familia se convierte en el primer consorte y, también, en la gasolina de un atleta. Fue por doña Patricia Cómbita, que Sofía Pinto llegó al squash a la edad de 12 años.
 
“Comencé en el tenis, pero mi máma, quien también practicó squash, me direccionó y fue un deporte que me terminó enamorando por su velocidad e intensidad”, dice. Después de adecuar su swing, el camino la llevó a participar en diferentes campeonatos nacionales y suramericanos, la experiencia fue llegando hasta que las puertas de un primer torneo grande se le abrieron: los Juegos Nacionales de Bolívar, en 2019. “Fui la junior de la delegación y estuve en la competencia por equipos, en la cual logramos la medalla de bronce”.
 
En cada paso, su mamá está ahí, la acompaña, la asesora. “Se ha convertido en mi mayor apoyo junto con mi papá (David Pinto). Están en todo, para lo que necesite, me ayudan a ponerme en pie, cuando más abajo me siento. Igual que toda mi familia, ellos nunca me han dejado sola, siempre están conectados en cada paso que doy”, resalta.
Y es que su mamá es un ejemplo a seguir: fue atleta de baloncesto y participó con Cundinamarca en los Juegos Nacionales que se llevaron a cabo en Villavicencio en 1984. Para 2004, cuando ya practicaba squash, fue seleccionada para los juegos que se llevaron a cabo en Bogotá, pero con cuatro meses de embarazo tuvo que declinar su participación.
 
Gracias al deporte, Sofía Pinto tuvo la oportunidad de estudiar en Estados Unidos. Antes de graduarse de bachillerato, sus padres la presentaron en un US Open junior, que se juega del 13 al 20 de diciembre e diferentes estados y fue allí donde un coach la vio y la reclutó para la universidad de Chatham, en Pittsburgh, Pensilvania, en la cual tiene una beca por rendimiento deportivo y académico.
 
Perder es parte del juego, las derrotas son las que forman a los jugadores, los llenan de experiencias y los invita a deconstruirse para mejorar, para llevar su juego a otro nivel y después de caer contra Catalina Peláez, la tristeza por la derrota duró unos minutos: análisis, introspección y levantar cabeza. Los juegos continúan y para Sofía Pinto estos se convierten en momentos invaluables, que disfruta en familia y practicando el deporte de sus amores: el squash.
 

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